Oriente Próximo y el velo de las creencias de la cultura de masas

Cuando nos acercamos de una manera más seria a una región como Oriente Próximo, lo primero que sale a relucir es que pese a todos los conocimientos que tenemos de esta porción del mundo, en realidad desconocemos por completo las dinámicas internas que estructuran la vida cotidiana y la geopolítica de una de las regiones más importantes del planeta. En realidad, lo que decimos conocer acerca de Oriente Próximo está mediado por un conjunto de estereotipos, noticias desactualizadas, rumores, propaganda y exotismo, situación que niega incluso la posibilidad de incluir versiones alternativas que expliquen y acerquen al gran público, a la complejidad de una región marcada por la heterogeneidad y la multiplicidad de fuerzas y fenómenos cambiantes, que exigen un enorme compromiso a la hora de intentar explicarlos de una manera adecuada. 

Estos estereotipos son imágenes, ideas o nociones inmutables construidas por un grupo de personas sobre otra comunidad, atribuyéndoles ciertos atributos generales en su conducta, cualidades, habilidades o rasgos distintivos, bien sea para bien como en el caso del excepcionalismo japonés, o negativos como pueden ser las representaciones rusas en el cine estadounidense, las ideas preconcebidas del atraso indígena en los países latinoamericanos, la imposibilidad de desarrollo del continente africano, entre muchas otras nociones que se instalan en la cultura de masas. No obstante, el uso de estereotipos en el contacto entre culturas no tienen porque ser necesariamente una mala práctica perse, puesto que estos son una forma natural de afrontar aquello que no conocemos, rellenando los vacíos en nuestro conocimiento con relatos sesgados que van puliéndose conforme obtenemos mayor información acerca del otro. El problema viene entonces cuando estos estereotipos terminan por normalizarse e incluso convertirse en verdades relativas, ligadas a proyectos de superioridad racial, intereses políticos, religiosos y económicos, intentos de colonialismo o maneras de desviar las tensiones internas a través del uso de un enemigo externo. 

En este sentido, Oriente Próximo y lo musulmán han sido reducidos repetidamente en los medios de comunicación y los discursos de ciertos políticos, a caricaturas fáciles de usar para movilizar o impactar a unas audiencias ávidas de conocer a un extraño que siempre a cautivado y horrorizado la imaginación de Occidente. Algunos de estos estereotipos pueden ser la imagen del musulmán como una persona incivilizada, analfabeta y barbárica, la cual habita en el desierto montando con cierta gracia su camello, mientras planea de qué manera llevar a cabo su venganza contra los occidentales. A su vez, los Estados del Golfo son presentados en tanto el modelo de vida dentro de las sociedades árabes, siendo estos representados como ricos excéntricos que gozan de autos de lujo, grandes felinos como mascotas y cheques en blanco para sus gastos. Se puede decir entonces, que tanto lo árabe como lo musulmán, constituyen un todo abstracto que abarca todo tipo de culturas, personas, sistemas políticos y tradiciones, cuya característica es dar la sensación de contener todo aquello que se encuentra entre el Norte de África y China, pero sin aportar nada verdaderamente significativo, mas allá de una sobredimensión de los fragmentos de realidad en los que se basan los estereotipos para justificarse. 

Caricatura de uso común en redes sociales

Uno de los puntos donde mejor podemos ver esta dinámica, es al momento de pensar en los aportes de Oriente Próximo a la historia de la humanidad, siendo la respuesta comúnmente abordada desde una perspectiva contemporánea, donde el islam y hasta la región en si misma, es relacionada con caos, terrorismo, diferentes tipos de violencia, sumisión de la mujer, atraso, crisis, pobreza, fanatismo y negación de la ciencia. En consecuencia, muy pocas personas mencionarían cuestiones como la escritura, la agricultura, la civilización, el urbanismo, entre otras innovaciones que comenzaron en la región y que fueron exportadas al resto del mundo, por medio de diversas formas de contacto cultural. Solo por mencionar algunos de estos aportes, dejaremos un pequeño cuadro que resume algunas de las contribuciones más significativas de Oriente Próximo a áreas vitales para el desarrollo del mundo moderno: 

Aportes de Oriente Próximo a la humanidad

Civilización

Agricultura

Sistemas de escritura

Origen de las primeras civilizaciones conocidas, como Sumeria, Babilonia, Asiria y Persia. Estas sociedades sentaron las bases de la vida urbana

Domesticación de plantas como el trigo, la cebada y las legumbres, así como de animales como cabras, ovejas y vacas. Este sería un paso crucial para la transición de las sociedades cazadoras-recolectoras a comunidades agrícolas sedentarias

Los sumerios desarrollaron la escritura cuneiforme hacia el 3200 a.C., esto permitió registrar leyes, literatura, textos religiosos y registros administrativos

Religión

Matemáticas y ciencias

Arquitectura e ingeniería

Cuna de algunas de las principales religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam

Los babilonios crearon un sistema numérico de base 60, importante para las medidas modernas de tiempo y ángulos. En los califatos se conservaron y ampliaron los conocimientos griegos y romanos, entre muchos otros avances

En Oriente Próximo se presentaron grandes construcciones como zigurats, los jardines colgantes de Babilonia, intrincadas mezquitas como la Cúpula de la Roca y la Alhambra, entre muchas otras obras que combinaron los conocimientos de todo el mundo conocido

Comercio

Medicina

Arte y cultura

Situado en la encrucijada de Asia, África y Europa, Oriente Próximo ha sido históricamente un centro de intercambio y comercio. Un ejemplo puede ser  la Ruta de la Seda que conectó a sociedades lejanas, llevando conocimiento, movilidad humana y nuevas formas de organización

Eruditos como Ibn Sina (Avicena) hicieron importantes contribuciones a la medicina, la farmacología y la anatomía, sentando las bases de las prácticas médicas modernas

La región a aportado diferentes estilos a la música, danza, literatura y artes visuales. La intrincada caligrafía, los diseños geométricos y los mosaicos son rasgos comunes de Oriente Próximo

Lengua y comunicación

Sistemas legales y judiciales

Diplomacia y sistemas de tratados

La difusión del árabe, facilitó la comunicación y la transmisión de conocimientos durante la Edad de Oro islámica, convirtiéndose en una de las lenguas francas más habladas del mundo

Antiguos códigos de leyes, como el Código de Hammurabi en Babilonia escrito en el 1750 a.C., influyeron en la formulación de principios legales en otras civilizaciones

Imperios como el Otomano, el Safávida o el Mogol, crearon complejos sistemas de relaciones internacionales a través de diplomacia, alianzas y tratados. Estas prácticas contribuyeron a la evolución de las normas y prácticas diplomáticas modernas. El Tratado de Qadesh del 1269 a.C., es considerado el primer tratado de paz escrito de la historia

Ahora bien, la práctica de demonizar al otro o reducirlo a su mínima expresión, con el objetivo de expandir la propia influencia  o consolidar la identidad de una comunidad, no es una cuestión reciente y ha sido utilizada por múltiples sociedades en los cinco continentes. Aun así, en la actualidad al encontrarnos en un mundo globalizado donde la cultura generada en un lugar específico del planeta, se puede viralizar y convertirse en parte de la cultura popular mundial, resulta evidente que la forma en la que se insiste en representar a diferentes poblaciones, no responde a principios meramente estéticos o narrativos, debido a que en no pocas ocasiones constituye una extensión del poder de diferentes actores estatales y no estatales, siendo muchas formas de arte una expresión más del poder blando de estos a nivel internacional. Hollywood es un gran ejemplo de esto si observamos cómo han cambiado sus representaciones del mundo musulmán, conforme la política de Estados Unidos se ha modificado y ha requerido nuevos estereotipos para sus intereses en la región. Así, desde cómo se veía a los muyahidines en Rambo III, pasando por la idea del buen salvaje y el pillo del desierto, hasta los tonos sepias usados para dar un toque de subdesarrollo a países como México, los estereotipos de la cultura de masas han desvirtuado el conocimiento sobre amplias regiones, escondiendo además una historia de colonialismo, imperialismo y marginalización que hasta el día de hoy trae consecuencias a nuestras vidas cotidianas. 

Uso de tonos sepias para representar a Oriente Próximo y México

¿Qué es Oriente Próximo?

El concepto de Oriente Próximo es uno de los términos más confusos de las Relaciones Internacionales, dada su complicada historia de contacto entre Europa y Asia, los procesos de auge y decadencia que la región a vivido y la importancia estratégica que esta tiene para las grandes potencias. Por otro lado, debemos tener en cuenta que el imaginario del mapa actual de la región, estuvo sometido al enfrentamiento entre cristianismo e islam, el eurocentrismo y posteriormente el colonialismo europeo, lo que hace que el concepto deba ser historizado con cuidado para poderlo entender en todas sus dimensiones. En este sentido, se suele denominar con Oriente Próximo a todos aquellos territorios al este del Mediterráneo, dividiendo esta amplia zona con conceptos muchas veces poco delimitados como  Oriente Próximo, Cercano Oriente, Gran Oriente Medio u Oriente Medio. Así, con estos términos no se brinda una idea clara de los países a los que se hace mención en cada caso, presentándose un vacío conceptual que ha sido aprovechado por la geopolítica de ciertos actores internacionales a lo largo de la historia, con el fin de justificar sus acciones y áreas de influencia. No obstante, existe cierto consenso alrededor de que Oriente Medio y Oriente Próximo son virtualmente sinónimos en español, siendo Oriente Medio una traducción directa del inglés.

Esto no quiere decir que no existan diferencias lingüísticas y geográficas entre ambos conceptos, pues en español muchas personas distinguen entre Oriente Próximo y Oriente Medio, dependiendo de si se desea o no resaltar su cercanía con Europa. Se puede decir entonces que esta discusión aun no está completamente zanjeada, pues si bien diversos expertos privilegian el uso de Oriente Próximo, instituciones como la ONU recurren a Medio Oriente para nombrar la región. Por esta razón, más allá de resolver cuál de los dos términos resulta más apropiado, este texto se centrará en explicar el origen y desarrollo de la forma en que se ha nombrado la región, haciendo un especial énfasis en los procesos de contacto entre Occidente y Oriente. Como vemos, el uso de Oriente Próximo, Medio Oriente y Cercano Oriente es muy laxo, en buena medida por estar sometido a intereses geopolíticos cambiantes vinculados a la política internacional de las grandes potencias, las cuales en múltiples oportunidades han usado esta definición para reforzar sus teorías de superioridad racial, sus proyectos expansionistas y apuntalar sus identidades nacionales, a costa por ejemplo de la humillación y degradación constante durante el siglo XIX e inicios del XX, del otrora poderoso Imperio otomano y sus habitantes. 

Camino a la India (1875)
Protección de Egipto antes de asumir el control (1876-1882)
Sátira política sobre la entente anglo-rusa de 1907 y su relación con el Imperio otomano (1915)
Fomento de la Gran Revuelta Árabe (1916)

Una de las principales razones de sugerir cierta homogeneidad por medio del concepto de Oriente Próximo, es que si bien la región posee elementos aglutinadores como el islam o procesos históricos compartidos, lo cierto es que la mayoría de estos países no comparten características 100% comunes, las cuales permitan agruparlos a ciencia cierta dentro de un solo grupo. No hay que olvidar que en el siglo XVII, la definición de Oriente incluía a buena parte del territorio de Europa del Este controlado por el Imperio otomano, concibiendo el concepto de Oriente y Occidente, en función de la relación entre cristianos e infieles islámicos, pese a que la cuna de la civilización occidental, Grecia, quedaba dentro de la esfera de lo que se consideraba Oriente. Esto cambiaría tras las revueltas de los Balcanes que luego de sus independencias renegaron de su historia otomana, intentando articularse a la historia occidental, pero dejando claro que bajo las condiciones adecuadas, bien podrían haber sido parte de un Oriente definido por el islam y su cercanía a la Europa cristiana. 

Ahora bien, para encontrar la primera referencia al uso de Middle East por las sociedades anglosajonas, debemos remitirnos al siglo XX con el trabajo del historiador y militar estadounidense, Alfred Mahan, considerado uno de los pioneros en el estudio de la geopolítica. En sus escritos Mahan establecía una continuidad territorial que iba desde los dominios del Imperio otomano al oeste de la India, incluyendo el golfo Pérsico, Irán, Afganistán y Pakistán. Sin embargo, dicha definición no nació de la nada y estuvo motivada por un contexto de enorme competencia comercial y militar, entre un floreciente Estados Unidos y un inmenso Imperio británico que llegó a monopolizar los recursos naturales, mano de obra, rutas comerciales y mercados de lugares tan importantes para la hegemonía mundial, como pueden ser la India, el Canal de Suez, el sur de la Península arábiga y extensas zonas de África. Esto no pasó desapercibido para Mahan, quien propuso una teoría de las razones que explicaban la supremacía y prosperidad de los británicos, en su libro  La influencia del poder marítimo en la historia, 1660-1783 (1890). En esta obra el autor explica que para la consolidación de una potencia de alcance global, era necesario que un país consiguiera las siguientes características:  

  1. Poseer un comercio exterior próspero
  2. Mantener una buena y eficiente marina mercante propia
  3. Defender sus intereses a través de una marina de guerra con capacidad de acción global
  4. Gozar de una serie de bases marítimas destinadas a reabastecer o reparar sus barcos
  5. Conservar amplios territorios coloniales de los cuales obtener mercados, mano de obra, productos exóticos y materias primas para el desarrollo de la industria nacional
Alfred T. Mahan y la supremacía naval

Queda claro entonces que la definición de Oriente Próximo estuvo cargada desde sus orígenes con un fuerte contenido geopolítico, que más tarde recordará la repartición de los restos del Imperio otomano después de la Primera Guerra Mundial entre las potencias Aliadas. Para entender este fenómeno, basta con preguntarnos por el significado mismo del nombre, Oriente Próximo, este nos dice dos cosas: que estamos hablando de una región que queda al Oriente, pero que al mismo tiempo está ubicada cerca de algo lo bastante importante como para determinar la manera en que es nombrada. En este sentido, dicha cercanía se manifiesta en dos ámbitos, por un lado, la distancia que separa a esta porción de Asia de Europa como entidad civilizatoria, pero también su importancia para el proyecto colonial británico que buscaba mantener a toda costa la conexión entre la Joya de la Corona, India, con el resto de su Imperio a través del Canal de Suez. En palabras de Ignatius Valentine Chirol, historiador, periodista y diplomático británico, en un artículo escrito para The Times en 1902: ´´Oriente Medio (…) (incluye) ´aquellas regiones de Asia que se extienden hasta los límites de India o se aproximan a ella´´. Podríamos decir entonces que buena parte de la estructura que sostenía la Pax británica y su proyecto de colonización del mundo, pasaba precisamente por imaginar, delimitar y controlar Oriente Próximo. Todo esto fue llevado a la práctica tras la Primera Guerra Mundial con la creación de protectorados y colonias en la región, las cuales delimitarían las fronteras artificiales que separan hoy a los Estados modernos de Oriente Próximo. Es durante esta época cuando la Real Sociedad Geográfica Británica desarrollo su definición de Oriente Próximo, argumentando que este concepto serviría para nombrar todo el territorio entre el Bósforo y la India, dando una enorme capacidad de acción a Londres para intervenir en la zona, bajo el argumento de defender sus intereses en el Canal de Suez, Palestina y la India.  

Mapa del Imperio británico en 1922
Rutas del comercio mundial

Al igual que con la inauguración del Canal de Panamá el comercio internacional sufrió una revolución, al ya no tener que circular dando la vuelta por el sur de América y el peligroso Pasaje de Drake, en su momento el Canal de Suez significó un antes y un después en la economía mundial, pues si bien ya desde tiempos antiguos las mercancías eran transportadas por el Mar Rojo en dirección a Europa y Asia, en un contexto de globalización el no tener que circunnavegar el sur de África para llevar los productos coloniales a Europa o los productos europeos a sus colonias, se tradujo en enormes ganancias para el Imperio británico y las potencias europeas, quienes se aseguraron de mantener bajo control cualquier intento de irredentismo egipcio. 

Aun con todo, se puede decir que existe una definición tradicional de Oriente Próximo en ámbitos como la academia, usada para agrupar a aquellos Estados ubicados al este del Mediterráneo en función de su cercanía a Europa,  incluyendo a Turquía, Siria, Líbano, Israel y Palestina, Jordania, Irak, Irán, Kuwait, Baréin, Catar, Arabia Saudí, Yemen, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Asimismo, en algunas ocasiones y dependiendo del autor, se incluye también a países asociados con la región como Afganistán, Pakistán , el norte de la India o el Norte de África. Por su parte, el término Oriente Próximo es usado comúnmente para dividir Asia en tres subregiones: Oriente Próximo, Asia central y Lejano Oriente, haciendo referencia este último a China, Japón, Corea y el Sureste Asiático. Aún así,  esta división esta cada vez más en desuso, puesto que el milagro económico chino, coreano, japonés, taiwanés, singapurense, entre otros, han desviado el centro económico del mundo de Europa y Estados Unidos a Asia, haciendo que progresivamente sea más difícil saber quién terminará estando cerca de quién, en términos de poderío político, económico y cultural. 

Mapa de las distintas definiciones de Oriente Próximo

Los limites explicativos del concepto de Oriente Próximo, pueden verse entonces en lo voluble de su significado, cambiando constantemente respecto a la manera en que se articule en determinado momento la política internacional. Una prueba de ello es que después de la Segunda Guerra Mundial y la reconfiguración del poder internacional que significó el debilitamiento del Imperio británico, las derrotas sucesivas de los franceses que vieron reducida a mínimos su capacidad de reestablecer sus dominios de ultramar, el surgimiento de la Unión Soviética como una superpotencia y el auge de los movimientos de descolonización, el concepto de Oriente Próximo volvería a cambiar para adaptarse a las necesidades de la nueva Pax americana, la cual exigía una mayor capacidad de acción en África, en cualquier aliado potencial de la URSS y más tarde en las antiguas repúblicas exsoviéticas de Asia Central y el Cáucaso. Algo parecido ocurriría tras los atentados del 11 de Septiembre del 2001 por Al Qaeda, momento en el que desde la Casa Blanca se comenzó a hablar de el Gran Oriente Próximo (aunque también de Oriente Próximo y el Norte de África, en una especie de simbiosis), para referirse a una área que contemplaba el Norte de África (Mauritania, Marruecos, el Sáhara Occidental, Argelia, Túnez, Libia, Sudán), Yibuti, Somalia, Afganistán y Pakistán, en el marco de la securitización de la política internacional estadounidense y su Guerra contra el Terror.

Se puede decir entonces que aquel que posee la capacidad de crear, modificar e implantar en el gran público la imagen que se tiene de una región, adquiere también la ventaja de poder intervenir en los futuros límites de esta, en su configuración y en la geopolítica que envuelve el territorio, sus recursos y su población. Ahora bien, aunque es cierto que ante el desconocimiento de un lugar, los humanos solemos dotarlo de atributos que intenten definirlo con respecto a lo que conocemos como propio, lo cierto es que el eurocentrismo, el imperialismo y el colonialismo europeo poseen características únicas que han desestabilizado la región hasta nuestros días. Un ejemplo de esto es la forma en que los otomanos denominaban a Europa, llamándola Franjistán o tierra de los francos, dado que en la época de las cruzadas tuvieron un mayor contacto con los ejércitos venidos de Francia. De este modo, debido a las nuevas formas de colonialismo, el atraso relativo de la región y la fragmentación de los Estados sucesores del Imperio otomano, las potencias europeas pudieron reconfigurar a su gusto la organización de unas sociedades que se vieron obligadas a entrar en la modernidad en una posición de debilidad acrecentada por la diplomacia de los cañones europeos y estadounidenses. 

Tal y como dice el intelectual palestino Edward Said en su libro Orientalismo (1978): “Conocer así un objeto es dominarlo, tener autoridad sobre él, y autoridad aquí significa, para «nosotros», negarle autonomía –al país oriental–, porque nosotros lo conocemos, y, en cierto sentido, existe tal y como nosotros lo conocemos”. Un caso paradigmático de esto podemos verlo en el continente africano, el cual posee al menos tres grandes divisiones en buena medida aleatorias que acercan su composición al imaginario europeo: 1. La división entre el África subsahariana y el Norte de áfrica, atendiendo a la influencia greco-romana de está última, lo que extirpa a esta subregión del África como conjunto, mientras que al mismo tiempo la ha acercado en diferentes ocasiones a los proyectos nacionalistas de italianos, franceses y españoles; 2. La separación de Egipto del Norte de África y su inclusión en Oriente Próximo, pese a que tal y como el resto de países de esta subregión, posee una historia común, tiene una población mayoritariamente musulmana, el árabe es su idioma oficial y también hizo parte del Imperio otomano; 3. La preeminencia de factores geopolíticos (el Canal de Suez y el acceso al Océano Índico) al momento de categorizar a Egipto como parte de una región u otra, por encima de cualquier antecedente histórico, social, étnico o religioso. 

Oriente Próximo en 1914

Por su parte, con el aumento de los movimientos decoloniales y nacionalistas pan-árabes y pan-islámicos que siguieron a 1945, las concepciones modernas sobre Oriente Próximo se fueron consolidando, al comenzar una época convulsa que enfrentaría a los estados árabes con el Estado de Israel, más tarde acoplado a la estrategia regional de Estados Unidos.  Desde entonces la superpotencia a privilegiado la ambigüedad en la definición de Oriente Próximo, con el objetivo de atraer apoyo internacional o justificar sus políticas, las cuales eran susceptibles de afectar a Estados cada vez más lejanos y cercanos a la Unión Soviética, incluyendo el Cáucaso, Afganistán o Asia Central. Esta estrategia es bastante similar a la usada por George W. Bush cuando dibujó su idea de un Gran Oriente Medio, cuya estabilidad estaría sometida a la aplicación de la Guerra contra el Terror, intrínsecamente definida por lo que Estados Unidos considerara más conveniente. Esto queda patente al observar que no todos los actores mundiales tienen la misma definición de Oriente Medio para ejercer su política internacional, priorizando unos u otros países dependiendo de sus intereses y necesidades de seguridad. Un ejemplo es la Unión Europea que centra principalmente sus esfuerzos en el Mediterráneo, llegando a chocar con la estrategia de Estados Unidos en Afganistán e Irán. No obstante, esto no ha evitado el accionar unilateral de la Casa Blanca en la región, pues cuando es uno mismo quien impone una estrategia basada en estereotipos y límites autodefinidos, difícilmente otros actores menores podrán poner en duda la lógica detrás de dicha estrategia.

Red internacional del ejército de Estados Unidos
Geopolítica de la Guerra Fría

Por último, la consecuencia más importante de todos los procesos que hemos mencionado (fin de la Pax británica, Guerra Fría, hegemonía estadounidense, creación del Estado de Israel, nacionalismo y socialismo  árabe, conflictos regionales, etc.),  es que se vinculó la región con el concepto de Mundo árabe,  pese a que en este territorio conviven diferentes países no árabes y múltiples etnias que no se adscriben a la cultura árabe, trayendo aun más confusión si cabe a la definición de Oriente Próximo. Algo parecido sucede cuando en el imaginario popular se hace una equivalencia inmediata entre Oriente Próximo y Mundo musulmán, obviando que la influencia del Islam se extiende desde la República Árabe Saharaui Democrática hasta Indonesia, sin mencionar las múltiples poblaciones que practican esta religión a lo largo y ancho del mundo. Comprendiendo todo lo anterior, algunos expertos, líderes políticos y religiosos y pensadores de la región, han pedido que se abandone el término Oriente Próximo, reemplazándolo por el de Asia Occidental, Asia del Oeste u Oeste de Asia, al considerar estos conceptos como una forma de abandonar el colonialismo del siglo XIX y XX. Entre los gobiernos que han insistido en eliminar el uso de Oriente Próximo, encontramos la figura del ayatolá de Irán, Seyed Ali Jamenei, quien ha manifestado públicamente que Oriente Medio es un término erróneo, haciendo hincapié en que la región debe ser denominada como Asia Occidental. En conclusión, al hablar de Oriente Próximo es necesario realizar matices constantes que nos ayuden a comprender una región bastante diferente a los estándares occidentales a los que estamos acostumbrados, siendo imperativo navegar entre la enorme cantidad de estereotipos e información sesgada que se encuentra disponible en la red y los medios de comunicación. 

La Geografía de Oriente Próximo

Adentrándonos en la geografía de Oriente Próximo, lo primero que resalta es que este es un territorio clave para la geopolítica mundial, contando con varios de los puntos neurálgicos del comercio internacional, siendo un punto de contacto entre los pueblos de Asia, África y Europa desde hace miles de años y poseyendo una rica cultura producto de siglos de intercambios constantes. Histórica y geográficamente, Oriente Próximo esta atravesado por el desierto más grande del mundo, ha sido cuna de importantes imperios que construyeron Estados de alcance casi global al mando de persas, árabes, turcos y mongoles, desde hace siglos goza de una población mayoritariamente musulmana y de forma más determinante a tenido un acceso privilegiado a grandes fuentes de recursos naturales, siendo en la actualidad los hidrocarburos el ejemplo más significativo de esta riqueza. Aún así, lo cierto es que las afirmaciones anteriores no deben llevarnos a evaluar el conjunto de la región por factores específicos, pues Oriente Próximo no puede reducirse a desiertos, árabes, musulmanes, gas y petróleo, puesto que las condiciones de cada país y subregión varían radicalmente en todos los aspectos mencionados.

Principales ríos y zonas fértiles
Mapa del Sahel

Debemos tener en cuenta que Oriente Próximo es una región con miles de años de historia, siendo considerada la cuna de la agricultura, de las religiones monoteístas y algunas de las primeras civilizaciones. Todo esto fue posible gracias a los terrenos montañosos que rodean el desierto y a los grandes ríos que fluyen por la zona, haciendo que estás tierras sean idóneas para una agricultura a gran escala al lado del desierto. Se puede decir entonces que Oriente Próximo es un territorio de desiertos y franjas fértiles, extendiéndose el primero desde el Desierto del Sahara en la República Árabe Saharaui Democrática hasta Egipto, para luego combinarse con un macrodesierto casi ininterrumpido que se conecta con el desierto nubio, el Sinaí, el arábigo y el persa. Aquello ha hecho que la actividad humana se concentre en torno a las franjas fértiles más importantes, siendo estas las que están ubicadas cerca de los ríos Tigris, Éufrates y Nilo, las cuales han sido consideradas en repetidas ocasiones el granero de grandes imperios, a causa de su increíble fertilidad pese a estar rodeadas de desiertos. Esto ha permitido mantener activo el desarrollo de famosas civilizaciones urbanas (mesopotámicos, egipcios, sumerios, asirios, fenicios, griegos, entre otros), ha favorecido la generación de excedentes que permitieron a diferentes sociedades crear conocimiento complejo al no estar sometidas a una economía de subsistencia y dio pie a una revolución verde a gran escala que globalizó productos agrícolas e industriales tempranos indispensables para el mundo moderno (caña de azúcar, café, entre otros).

Franja fértil de Oriente Próximo y el Norte de África
Franjas demográficas de Oriente Próximo y el Norte de África

No es de extrañar que en la región encontremos amplias franjas desérticas virtualmente inhabitadas o controladas por poblaciones nómadas y seminómadas, mientras que las zonas montañosas, las costas fértiles, la franja del Sahel y las riveras de los grandes ríos experimentan una sobrepoblación considerable. Egipto es el caso más notorio de esta dinámica, al ser el país más poblado de Oriente Próximo con unos 100 millones de habitantes. Dicha población se ha aglomerado históricamente alrededor de la llanura aluvial del Nilo, aprendiendo a aprovechar sus crecidas y comunicándose a través de sus aguas, evitando con ello las áreas desérticas del país donde la vida humana se hace extremadamente difícil. Esto a hecho que en una región caracterizada por el poco acceso a agua potable, el mantener poblaciones masivas sea cada vez más difícil, máxime si tenemos en cuenta que los principales ríos de Oriente Próximo recorren varios países que dependen de su caudal para su seguridad alimentaria, agricultura industrial, energía y producción manufacturera, cuestión que mantiene activas rencillas entre diferentes Estados que compiten por acceder a mayores cuotas de agua. Además, problemas como la desertificación, sequías,  cambio climático, estrés hídrico, contaminación de las aguas, construcción de represas, entre otros fenómenos, mantienen abiertas rivalidades geopolíticas entre las que podemos mencionar las tensiones entre Egipto y Etiopía por el Nilo, el acaparamiento de las fuentes de agua subterráneas por parte de Israel, la negación del agua a comunidades kurdas por las autoridades turcas, entre otros casos de importancia actual. 

Sobrepoblación en las franjas fértiles de Egipto
En Yemen casi 18 millones de personas no tienen acceso a agua potable
En Irak una de cada seis personas no tiene acceso a agua y sufre una sequía sin precedentes
En Israel-Palestina se viven más de 70 años de violencia, marcada por una distribución extremadamente injusta de los recursos hídricos
Conflictos por el acceso al agua en Oriente Próximo

Por otro lado, la presencia de hidrocarburos es otro de los mitos más extendidos sobre la región, pues en el imaginario popular todos los países de este territorio poseen descomunales reservas de crudo. Sin embargo, países como Jordania no tienen un acceso considerable a este tipo de recursos naturales, o por lo menos no en la cantidad que ofrecen lugares como el golfo Pérsico, donde están ubicadas las mayores reservas de petróleo del mundo, beneficiando a países como Irán, Arabia Saudí o Catar. Esto ha generado varias dinámicas muy interesantes, donde los países con mayores reservas de crudo y gas, han pactado con países árabes vecinos con el fin de repartir una parte de los beneficios de los hidrocarburos, con el fin de mantener la estabilidad en países como Jordania, financiando una especie de pacto autoritario entre la sociedad y sus líderes políticos no solo al interior de sus fronteras, sino en vecinos que de desestabilizarse podrían generar un efecto contagio que afecte a las monarquías del Golfo. Por otro lado, es de notar que pese a los discursos democratizadores de potencias como Estados Unidos, lo cierto es que si contraponemos el mapa de los yacimientos de hidrocarburos y rutas comerciales, junto a la ubicación de las bases militares y zonas de intervención de la esta superpotencia, nos daremos cuenta que estas coinciden casi a la perfección, estableciendo lo que muchos expertos llaman la geografía del caos. 

Zonas con hidrocarburos en Oriente Próximo
Mayores exportaciones de los países de Oriente Próximo
Mayores reservas de hidrocarburos de Oriente Próximo
Recursos naturales y conflicto en Oriente Próximo

De igual manera, aunque la parte de la historia de Oriente Próximo más conocida por el común de las personas en Occidente, es la época de los califatos islámicos que se desarrollaron de la mano de los árabes entre el siglo VII y el siglo XV, lo cierto es que este pueblo no ha sido el único en dominar de manera prolongada la región. Así, diferentes etnias no árabes consolidaron enormes cuotas de poder y construyeron grandes Estados, como pueden ser los turcos, los iranios, los egipcios, los mongoles, los griegos, los armenios, los romanos, entre otros. A esto tendríamos que sumar a pueblos sin Estado como los kurdos que habitan en cinco países de la región, los hebreos de Israel, los berebere, los tuareg, los coptos o los nubios, los cuales si bien no son la población dominante en la región,  poseen una enorme importancia para entender la configuración moderna de Oriente Próximo. Esta hiper diversidad hace que a pesar de que el idioma árabe sea una fuente de identidad y coherencia interna para la región, la presencia de multiplicidad de religiones y dialectos hace que incluso en los países considerados árabes, las diferencias sean considerables al poseer unas poblaciones en el mejor de los casos extremadamente heterogéneas. Tal es el caso de aquellos dialectos que no han sido popularizados por los medios de comunicación, los cuales pueden resultar inentendibles para poblaciones vecinas de habla árabe. 

Grupos étnicos de Oriente Próximo
Composición religiosa de Oriente Próximo

No es de extrañar que organizaciones como la Liga Árabe, pese a parecer una estructura con raíces históricas y culturales sólidas devenidas del proceso de arabización e islamización de buena parte de la región, posea grandes problemas para coordinar su accionar debido a diferencias religiosas, condiciones sociopolíticas encontradas y desencuentros entre variadas etnias árabes. Cabe aclarar que dentro de lo que denominamos árabes se incluyen múltiples religiones como judíos, cristianos, coptos o drusos, quienes pese a ser culturalmente árabes no practican el islam. Uno de los casos más particulares es Líbano, país que posee importantes núcleos de población árabe no musulmana con una enorme cuota de poder político, razón por la cual surgió la necesidad de negociar un sistema político pluriconfesional donde cada religión tuviese acceso al poder.

Mapa de definiciones extensas de Oriente Próximo
Mundo árabe

Por su parte, el Islam tampoco es una religión homogénea, al estar dividida en tres grandes ramas con escuelas e interpretaciones distintas de qué es ser un musulmán, siendo estas el sunismo, el chiismo y el jariyismo. La más extendida de ellas es el sunismo practicado por el 80% de los musulmanes, pero existen poblaciones chiíes con un enorme peso demográfico en Irán, Irak, la Península Arábiga, entre otros, sin mencionar a Omán que posee una mayoría de seguidores del jariyismo. Dichas diferencias doctrinales han fragmentado Oriente Próximo, encerrándolo en procesos de violencia que en muchos casos terminan por destruir los avances que se realizaron durante décadas en materia de industria, servicios básicos, derechos, educación, etc., en la medida que grupos como el Estado Islámico, Al Qaeda, los Hermanos Musulmanes, entre otros, han intentado imponer versiones rígidas de la ley islámica que han sido rechazadas en repetidas ocasiones por buena parte de la sociedad de los países en los que operan, dejando una estela de destrucción y muerte en su lucha por el poder. No obstante, resulta innegable que la acción de potencias extranjeras en la región han sentado las bases para que muchos de estos grupos alcancen el tamaño y la capacidad de acción de tiempo recientes, al destruir una serie de gobiernos autoritarios en pos de regímenes democráticos artificiales, pues pese a la dudosa moralidad de los actos de los primeros, estos líderes carismáticos y su estructura burocrática, militar y de inteligencia, eran los únicos capaces de mantener la estabilidad en países marcados por la polarización, la pobreza, el desempleo y la ausencia del Estado. 

Subregiones de Oriente Próximo

Tal vez uno de los factores claves para poder entender las dinámicas de poder y conflicto en el Oriente Próximo contemporáneo, consiste en abandonar ideas reduccionistas que relacionan toda la región con lo árabe. Esto implica dejar de ver en primera instancia a lo árabe como un bloque monolítico y homogéneo, puesto que cada Estado árabe posee una historia particular que muchas veces guarda más diferencias que similitudes con sus vecinos árabes. Así, lo árabe debe ser visto como una categoría étnico-cultural laxa y no racial, en la medida que sociedades como la egipcia consideradas árabes, poseen una historia tremendamente singular que supera por miles de años a la expansión del islam y la cultura árabe. Asimismo, el islam no debe entenderse en tanto una fuerza homogeneizadora de las tradiciones de los pueblos donde esta fe es mayoría, debido a que la fe de dichos pueblos no va en contravía con el desarrollo de identidades nacionales propias, pasados contrapuestos y vínculos históricos, étnicos y locales únicos, los cuales se solapan y sobreponen a  otros tipos de identidad como la religiosa. Por ello a continuación realizaremos una pequeña exposición de las principales subregiones de Oriente Próximo, con el fin de esclarecer un poco sus divisiones. 

Mundo árabe

Es tal vez la subárea cultural más destacada de Oriente Próximo y engloba países en los que el árabe es la lengua principal, la mayoría de ellos sometidos a un proceso de arabización e islamización durante la época califal. El mundo árabe incluye a 22 países en dos continentes. Estos comparten un patrimonio lingüístico y cultural común, y el Islam desempeña un papel importante en la conformación de la identidad cultural de la región.  Los árabes se distribuyen por  la Península Arábiga, Irak, Siria, Jordania, Líbano y el Magreb, dividiéndose a su vez en docenas de grupos y clanes independientes, cada uno con su propia cultura, dialecto, historia y procedencia, teniendo en muchos casos identidades trasnacionales que no coinciden con las fronteras nacionales en las que habitan.

Cultura persa/iraní

Irán conocido en Occidente también como Persia, tiene una identidad cultural propia con una larga historia literaria, artística y filosófica. La cultura irania ha ejercido una gran influencia en Oriente Próximo, sobre todo en países con una importante población de habla farsi, como Irán, partes de Afganistán, zonas del Cáucaso, el este de Turquía, el norte de Siria y Tayikistán. El farsi hace parte de la familia de lenguas indoeuropeas, junto a las lenguas eslavas, latinas y germánicas. Además, los persas uno de los múltiples grupos iranios, se han caracterizado por establecer una serie de imperios avanzados y longevos, los cuales son categorizados en si mismos como una civilización, extendiendo su influencia hasta el siglo XIX. En la actualidad la mayoría de los pueblos iranios practican el islam chií, evidenciándose una enorme competencia con los árabes debido a rencillas históricas, políticas, religiosas y económicas

Cultura turca

Turquía sirve de puente entre Oriente Próximo y Europa, teniendo una mezcla única de influencias orientales y occidentales. La cultura turca tiene una rica historia, desde los imperios bizantino y otomano hasta la Turquía actual. Además, Estambul antes conocida como Constantinopla, ha sido un importante centro cultural y económico durante siglos. Originalmente, los pueblos túrquicos preceden de las estepas de Asia central, donde constituían sociedades nómadas, las cuales por presiones demográficas, enfrentamientos con los mongoles y dinastías chinas y deseos expansionistas, invadieron y colonizaron Anatolia en el siglo XI. A partir de ese momento los turcos otomanos, fundarían uno de los imperios más importantes en la historia de la humanidad, el cual sobreviviría hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. En la actualidad, los pueblos túrquicos constituyen más del 80% de la población de Turquía, la mayoría en Azerbaiyán y los estados de Asia Central, e importantes minorías en Siria, Irak, Irán y Afganistán.

Cultura kurda

Los kurdos son un grupo étnico repartido por varios países de Oriente Próximo, principalmente en Irán, Irak, Turquía y Siria. Tienen una cultura, una lengua y una historia propias, y sus luchas por la autonomía y el reconocimiento han contribuido al paisaje cultural de la región. Por otro lado, los kurdos poseen una historia milenaria, contando en su territorio con algunos de los asentamientos humanos más antiguos del mundo. Su lengua hace parte de la rama indo-iraní, relacionada con el farsi de los pueblos iranios. Los kurdos han sido uno de los grupos más perseguidos de los últimos tiempos en Oriente Próximo, sufriendo ataque con armas químicas en el Irak de Sadam Hussein, invasiones por parte de fuerzas del Estado islámico, intervenciones de la Turquía de Erdogan, entre otros ataques que apuntan a mermar sus deseos de autonomía e independencia. Actualmente poseen proyectos políticos interesantes como el confederalismo democrático y varios procesos de acción desde abajo que son ampliamente estudiados

Culturas levantinas y mediterráneas orientales

Los países de la región de Levante, incluidos Líbano, Jordania, Israel y Palestina, poseen un patrimonio cultural rico y diverso debido a su importancia histórica como rutas comerciales y centros de aprendizaje. La región del Mediterráneo Oriental ha recibido la influencia de diversas civilizaciones, como las culturas fenicia, griega, romana y bizantina. Lo más destacable de esta subregión es que si bien parte de sus miembros pertenecen a lo que se conoce como Mundo árabe, es que cuenta con la presencia de Israel como un Estado semi confesional de mayoría judía. Esto ha hecho que se presenten diversas guerras a nivel estatal y una presencia continuada de grupos armados no estatales, quienes buscan la creación de un Estado Palestino y/o, la destrucción de Israel.

Estados del Golfo y Península Arábiga

Los Estados del golfo hacen parte del llamado Mundo árabe, al ser precisamente la cuna histórica de las tribus árabes que se expandieron por tres continentes, luego de que las enseñanzas del profeta Mahoma conllevaran a la creación del islam. La particularidad de esta subregión no radica tanto en sus diferencias culturales, sino en el acceso a las mayores reservas de petróleo y gas de la región, que en algunos casos comparten con Irán. Su importancia geopolítica para el orden internacional, pasa por la creación de los petro dólares que sostienen el precio de los dólares estadounidenses, su influencia en instancias como la OPEP, la generación de guerras proxis en distintos países de la región, el apoyo al radicalismo islámico de corte wahabita, entre otros fenómenos que le dan a la Península una configuración política, social y económica propia. 

Magreb norteafricano

Aunque a menudo se incluye en los debates sobre Oriente Próximo, la región magrebí del norte de África (Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania) tiene sus propias características culturales, con influencias bereberes, árabes y mediterráneas. La razón por la que se la suele relacionar con Oriente Próximo se vincula con los procesos de arabización e islamización que sufrió durante la expansión del islam desde la Meca. 

Importancia geopolítica

Abundancia de recursos

La región es abundante en recursos valiosos, sobre todo petróleo y gas natural. El control de estos recursos ha dado a los países de Oriente Próximo una importante influencia económica y política en la escena mundial, debido a que estos son vitales para la seguridad energética de diversas potencias. No debemos olvidar que el papel de la región como gran productora de petróleo y gas ha permitido históricamente a ciertos países utilizar las exportaciones energéticas como herramientas de diplomacia y presión económica.

Comercio

Oriente Próximo ha servido históricamente como encrucijada de las rutas comerciales que conectan Asia, África y Europa. Su ubicación facilitó el intercambio de bienes, ideas y tecnologías, convirtiéndolo en un centro de interacciones económicas y culturales. Conjuntamente, el potencial económico y el mercado de Oriente Medio han atraído inversiones y asociaciones de países que buscan beneficiarse de su crecimiento y desarrollo.

Vías fluviales estratégicas

La región alberga vías fluviales críticas, como el Canal de Suez, el Estrecho de Ormuz y Bab el-Mandeb, vitales para el comercio marítimo mundial y el transporte de energía. Además, La escasez de agua y la gestión de recursos hídricos clave como los ríos Tigris y Éufrates, el río Jordán y otros han sido fuentes de tensión y cooperación entre los países de la región.

Importancia religiosa y cultural

Oriente Próximo es la cuna de las principales religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Contiene numerosos lugares sagrados y monumentos culturales que han atraído a peregrinos, eruditos y conquistadores a lo largo de la historia.

Ambiciones imperiales

Varios imperios y potencias, como el romano, el bizantino, el otomano y el persa, intentaron controlar Oriente Próximo para asegurarse el dominio de rutas comerciales y recursos clave.

Conflictos geopolíticos

Oriente Próximo ha sido un foco de conflictos, como la Guerra Irán-Irak, la Guerra del Golfo y los actuales conflictos en Siria, Yemen y Afganistán, en los que se han visto implicadas potencias mundiales y actores regionales. Varios países, entre ellos Estados Unidos y Rusia, mantienen bases militares estratégicas en Oriente Próximo para proyectar poder e influencia en la región y fuera de ella. Además, Oriente Próximo es un mercado importante para la venta de armas, ya que los países de la región son tanto compradores como vendedores de material militar, cuestión que tiene graves repercusiones geopolíticas para la estabilidad regional y los conflictos.

Terrorismo, piratería y problemas de seguridad

La inestabilidad y los conflictos de la región han suscitado preocupación por el terrorismo y la propagación de ideologías extremistas, lo que repercute en la dinámica de la seguridad mundial. De igual manera, la seguridad marítima de la región es crucial para el comercio mundial, ya que la piratería, el contrabando y los problemas de seguridad afectan a las rutas marítimas. Normalmente, los conflictos en Oriente Medio suelen estar interconectados y pueden traspasar las fronteras nacionales, contribuyendo a una mayor inestabilidad regional.

Crisis humanitarias y de refugiados

Diversos conflictos y convulsiones políticas han provocado importantes flujos de refugiados y crisis humanitarias, con repercusiones en las regiones vecinas y más allá. Por su parte, las grandes comunidades de la diáspora de Oriente Medio en todo el mundo mantienen vínculos culturales, económicos y políticos con la región, lo que influye en las relaciones internacionales.

Patrimonio cultural

Los yacimientos históricos y arqueológicos de Oriente Próximo tienen un inmenso valor cultural e histórico, y su conservación tiene importancia mundial. Asimismo, Oriente Próximo tiene una gran influencia de poder blando debido a sus contribuciones a las artes, la literatura, la música y la cocina. Las exportaciones culturales de la región tienen un impacto global y contribuyen a su presencia geopolítica

Urbanización, megaciudades y crecimiento demográfico

La rápida urbanización y el crecimiento de megaciudades en Oriente Medio, como Estambul, El Cairo y Riad, tienen implicaciones económicas, sociales y políticas tanto dentro de la región como en la escena internacional. os cambios demográficos de la población, incluidos el aumento de la población joven y los cambios demográficos, tienen implicaciones para el crecimiento económico, la estabilidad política y la dinámica social de la región.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *